¿Habéis leído el álbum ¡Voy a Comedte!?
Pues os recomiendo que la lectura se haga en voz alta ya que nuestro protagonista, un enooorme y malvado lobo muy, pero que muy hambriento, sufre un pequeño incidente dental.
Intentar comerse a un conejito con un pelo en la lengua… no le va a resultar nada, pero que nada sencillo.