168 horas son las que componen una semana. 168 horas en las que podemos leer novelas apasionantes; colorear a nuestros personajes favoritos; convertirnos en detectives; dar lo mejor de nosotros siendo creativos y dibujando la mayor cantidad de animales partiendo de una figura geométrica; o ejercitar nuestro cuerpo con una sesión de yoga mientras conocemos la historia de Aladdín y Jasmín.